Hasta no hace mucho, era muy común la caza de pajarillos con costillas. Una costilla es un cepo de reducidas dimensiones que se emplea como trampa para cazar pequeños animales, casi siempre pájaros, ocultándola en las ramas de los árboles. No obstante, esta práctica está castigada en el artículo 336 del Código Penal, con una multa de 8 a 24 meses, y con pena de prisión de 4 meses a 2 años. Aparejando una inhabilitación especial del derecho a cazar.

Además, este medio de caza “no selectivo”, conlleva en muchas ocasiones la presencia de un concurso real de delitos. El ya mencionado artículo 336; caza por medios prohibidos y no selectivos, con el artículo 334.1.a. del Código Penal; caza de especies protegidas, castigando con una multa de 8 a 24 meses, y con pena de prisión de 4 meses a 2 años. Más la tradicional inhabilitación especial del derecho a cazar.

Al tratarse de un medio no selectivo, nada impide cazar especies de especial protección, incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el RD 139/2011 y Ley Andaluza 42/2007, junto a otra normativa, tanto estatal como autonómica.

Si no fuera suficiente, también habrá que indemnizar a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, por el valor de las aves a las que se ha dado muerte. Esta indemnización devenga intereses conforme al artículo 576 de la LEC, y suele ser bastante alta.